miércoles, 1 de julio de 2009

Marcha y acto por Chorpus Christi: Nada está olvidado, nadie está olvidado

El día sábado 13 de Junio se realizó un acto y una marcha en la Villa Olímpica en memoria de los compañeros caídos del FPMR, organización clave en la historia del PC y en su lucha contra la opresión de la dictadura militar. Recordamos y homenajeamos la vida heroica del compañero Julio Guerra Olivares y reafirmamos nuestro compromiso de mantenernos en la lucha.

Declaración de las JJCC Ñuñoa en recuerdo de los compañeros caídos en el marco de la Operación Albania

Hoy en día, las JJCC de Ñuñoa rendimos un homenaje a los compañeros caídos en el marco de la Matanza de Chorpus Christi, fatídica fecha manchada de sangre, en donde 12 de ellos fueron abatidos bajo el fuego cobarde de los agentes de la CNI, organización nefasta creada por el régimen militar para reprimir, torturar y asesinar. Esos 12 compañeros, que distribuidos en distintos lugares de Santiago mezclaron su sangre en una misma franja de tiempo entre los días 15 y 16 de Junio de 1987, permanecen en la memoria de todos aquellos que luchamos por construir una sociedad más digna y justa, en donde podamos alcanzar el pleno desarrollo como seres humanos. Este recuerdo que viene desde lo más hondo de nuestros corazones, enaltece el trabajo realizado y nos da fuerza para continuar por el camino que trazaran ellos antaño.
En particular recordamos con este acto al compañero Julio Guerra Olivares, quién fuera militante de las JJCC, asesinado cobardemente a pocos metros de donde nos encontramos. Julio Guerra, quién se integra al FPMR en donde desarrollaría una importante labor dentro de las cuales destaca el atentado contra el tirano, representa para las JJCC de Ñuñoa un ejemplo de lucha que nunca hemos abandonado y que tenemos como pauta para nuestro diario accionar. Creemos que con estas simples manifestaciones que año tras año se llevan a cabo nos negamos rotundamente a permitir que el olvido cubra todo con un manto de indiferencia, y planteamos la necesidad de continuar movilizados, seguir luchando en las calles, organizándonos entre los vecinos y creando conciencia acerca del cambio que tanto nos urge realizar actualmente.
Los compañeros caídos no solo tenían en sus manos un fusil. Tenían, sobre todo, una idea. Y esa idea de nosotros depende que continúe prendiendo los corazones de tantas y tantos jóvenes. Por eso mismo creemos que lo más importante en estas fechas, y aunado de forma indisoluble al recuerdo y a la memoria viva, es plantear hacia el futuro un itinerario que nos permita recorrer junto a nuestros vecinos, hermanos, padres, etc. el largo camino hacia la concreción de nuestros proyectos conjuntos, tener conciencia y crear conciencia y decir de una vez que basta ya de tantos abusos, que seguimos vivos y seguimos en la lucha.

Las circunstancias de la muerte de Julio Guerra, son aún más decidoras que todas las palabras que podamos escribir. Esa noche del 15 de junio, la CNI hace el ingreso a su hogar matándolo cobardemente, sin darle siquiera la posibilidad de defenderse. Su vida, a los 30 años, es cercenada de golpe, como la de otros 11 miembros del FPMR.
Y es por eso que también nos cabe preguntarnos: ¿Por qué Julio Guerra se refugia en la Villa Olímpica? ¿Por qué es precisamente en este lugar en donde encuentra cabida?
La respuesta a ello es siempre especulativa. Puede ser que sea solo casualidad. No lo creemos así. Estamos pensando más bien que la Vila Olímpica representa un lugar con historia pasada, presente y futura de pueblo combativo, en constante movilización, organización y lucha. Venimos entonces también a plantear esas necesidades como necesidades actuales, que deben seguir siendo el sostén de la comunidad toda. Venimos entonces a invitarlos a sumarse a los numerosos espacios hoy en día disponibles para ejercer nuestros derechos y luchar por su defensa. Venimos a invitarlos a no dejarse abatir por esta crisis económica nefasta que la muestran como si afectara a todas las clases sociales cuando bien sabemos los aquí presentes que el potentado nacional tiene sus mecanismos a mano para no perder nunca, ni siquiera ahora. La crisis no es de todos los chilenos: es de la gran mayoría de ellos, pero no de todos. No a todos se les niegan ajustes y beneficios por encontrarnos en tiempo de crisis. Las empresas no han dejado nunca de ganar, a expensas siempre de los más pobres.

Compañeras y compañeros: La memoria esta allí, este recuerdo de los valerosos compañeros caídos está presente. De nosotros depende tomarlo y elevarlo al nivel que ellos quisieron ponerlo: el de la construcción de la sociedad justa y del hombre nuevo.

A todos ellos les decimos: Muchas Gracias por sus vidas y por su ejemplo.
Muchas gracias a nuestro Compañero Julio Guerra…
Y tengan la seguridad compañeros de que Nada está olvidado, Nadie está olvidado.





JJCC Ñuñoa, Comunal Julio Guerra